... la lluvia del alma nubla mis ojos, san Pedro me quiere, me transporta a lo que siempre anhelo, una mirada profunda, interna, que solo consigue que permanezca en ese estado queriendo entender mi situación, queriendo hacer algo, queriendo la vida o tal ves la muerte, momentos oscuros o demasiado claros, pasa el tiempo y también el agua salada que osaba deslizarse sobre mis mejillas solo para hacer mas obvio lo de todos los días, solo para traerme de vuelta y pedir ayuda a mis dedos para que las quiten del camino que las lleva hasta mi boca, dulces, nunca más saladas...<
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