Hiding place
viernes, 16 de noviembre de 2007
y la servilleta?
Las lágrimas sólo son cuando dejan de aprisionar el alma agobiada por no poder esconderlas más, por no poder encontrar un recipiente más grande que les dé espacio... que me permita tragar más cuando lo crea necesario, que no me obligue a inundar mis fosas... de líquidos que no quieren volver a su lugar... qué lugar??? Ese lugar de donde llegan y no quieren volver, pero deben hacerlo, son absorbidas nuevamente por mi piel, sanguijuela que no quiere dejar de succionar las penas, alegrías y sueños que una vez más trato de exfoliar, como si fuera sangre... una servilleta tuvo una noche las letras que describen mis sentimientos vueltos vapor primero y después agua, agua salada. no sé si por las costras que se forman a veces dentro de mi, o es simplemente porque no soy dulce, no sin tener que cerrar los ojos cuando se sienta ácido, ácido arrepentimiento de haberlo intentado, de haber probado, para después odiarme un rato... agua salada que tantos contratiempos me trae, sentir, pensar y después tragarlas, saborearlas, tomármelas como si fueran dulces (algunas lo son), todo para caer en un vaso, minúsculo vaso, que veo con claridad incluso si mis ojos están acuosos cuando logro impedir la tormenta o lastimados de tener que soportar mis dedos que salvajemente insisten en exprimirlos y camuflar lo inevitable: las malvadas leyes físicas (que asombrosamente tienen cabida acá) y las de mis sentidos.
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