Anoche soñé que mientras estaba bajando unas escaleras, me llegaba un mensaje. Lo leía: "dos años después todavía la podría querer". Dejaba de bajar las escaleras, miraba hacia arriba y muy cerca estaba Usted, el emisor del mensaje. Me empinaba para darle un pico en la boca, solo un pico que Usted quiso hacer más largo y complejo cuando sentí su lengua chocando contra mis dientes.
Terminé de bajar las escaleras. Después vuelvo a subir y lo encuentro, lo beso, muchas veces, lo disfruto incluso más y después lo abrazo, huelo su cuello: jabón, nada del otro mundo, ahora hace parte del mío, con rótulo de imágenes para recordarlo. Ya está hecho.
Estamos en mi casa, en la que no conozco, Usted, subiéndose por el balcón al cuarto de mi hermano y yo en algún lugar dentro de la casa donde pueda verlo por la ventana. Voy hasta el cuarto del balcón que ha servido de puerta, no está solo el cuarto, mi hermano está tendiendo la cama. Acaba justo a tiempo: cierra la puerta y Usted entra, lo miro sentada en la cama, usted se sienta en una silla que está al frente y nos quedamos así, sin hacer nada más. Yo (imagínese), sin siquiera morderme los labios por que Usted ya no lo esté haciendo...
[Como todas las cosas quedan empezadas, a medio camino, no tengo razones para solo pensar en uno, ni siquiera el tiempo, con el que ya he dicho por ahí no me llevo bien, es una razón de peso para decidirme. Usted sí que encierra nombres distintos]
No hay comentarios:
Publicar un comentario