No, absténgase, no me diga nada de esas cosas que cree que siente por mí, no me diga porqué le gusto y no me haga decirle que no siento lo mismo y que incluso así podemos ser amigos. No me diga nada, se lo advierto, después, como siempre, me desquicio y cuando más me siento sola empiezo a tomar retazos de esos momentos que creo justificados solo porque sucedieron [anacronismo] y creo sentimientos en busca de situaciones ya imposibles.
Eso, que sean imposibles [vieja cobarde!], debe ser lo que me da el espacio para quererlo todo.
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¿Y si el amor es egoísta soy yo la más generosa?